“Las universidades españolas no están al nivel que se merecen dado el talento con el que cuentan”
Esta semana se ha presentado, un año más, el informe La Universidad Española en Cifras. El encuentro, celebrado en la Biblioteca Nacional de España, es una cita clave para los agentes que estamos involucrados en la mejora del sistema universitario. Se trata de un momento para el análisis y la autocrítica, ya que la CRUE (Conferencia de Rectores de la Universidad Española) ha puesto de manifiesto datos preocupantes. España sigue siendo uno de los países más atrasados de la UE y de la OCDE en cuanto a inversión de I+D+i, lo que explica la baja competitividad del país; los ingresos por investigación y transferencia tecnológica, por otra parte, retroceden un 25%.
“Las prioridades de los países más competitivos se han dirigido decididamente hacia el crecimiento sostenido del esfuerzo del gasto público y privado en I+D”, señaló Segundo Píriz, quien ha sido presidente de la CRUE desde 2015. España, sin embargo, se ha desviado de esa tendencia general, cambiando la pendiente de su curva de evolución a descendente. Como indica el documento, somos el único país desarrollado que ha reducido su gasto –un 7,5%–, situándolo en el 51% de la media OCDE y el 63% de la media de la Unión Europea, unos niveles que le impiden mejorar su nivel de competitividad.
La presentación de este informe nos aporta información objetiva para la toma de decisiones en las universidades y pone sobre la mesa mejoras concretas: mayor atracción de estudiantes extranjeros, introducción del inglés como herramienta básica o la renovación de los currículums para asegurar que los programas se inserten de la mejor manera posible en el tejido empresarial son algunas de ellas. Todos los ponentes incidieron en que la necesidad de orientación hacia la innovación en todas sus facetas requiere ser prioritaria en las instituciones universitarias, como exigen los documentos del Horizonte 2020. Como dijo Carmen Vela, Secretaria de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación, las universidades españolas no están al nivel que se merecen dado el talento con el que cuentan.
La investigación es una tarea fundamental, pero es necesario apostar por la innovación y también añadir relación con empresas para que lo invertido revierta en la sociedad. El Instituto de Investigación, Innovación y Tecnologías Educativas (UNIR iTED) de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) encarna el fuerte compromiso por parte de la entidad universitaria hacia estas metas. En palabras de Daniel Burgos, director de UNIR iTED, el Instituto supone de un nuevo impulso a toda una trayectoria de investigación que cuenta con una veintena de proyectos públicos competitivos, en su mayoría europeos. La estrategia de UNIR iTED gira en torno a desarrollar innovación y transferencia útil e inmediata a UNIR en líneas como la innovación educativa, el aprendizaje y la enseñanza eficaz. Entre las últimas actividades que UNIR iTED ha llevado a cabo para reforzar la innovación y la tecnología educativas destaca el Premio Martin Wolpers 2017 al “Mejor estudio científico aplicado” a Inge Molenaar, entregado ante la European Conference on Technology-Enhanced Learning (EC-TEL), celebrada el pasado mes de septiembre. El Premio recibe su nombre del investigador y gestor de proyecto que desarrolló a lo largo de sus 20 años de vida profesional un trabajo enfocado a aspectos útiles, concretos y eficaces de la tecnología educativa aplicada.