La Educación Abierta, clave para combatir la desigualdad
El primer informe sobre políticas de Educación Abierta que involucra a los 28 países miembros de la Unión Europea, realizado por el Joint Research Centre de la Comisión Europea y UNIR iTED, ha puesto de manifiesto que todavía queda mucho camino por recorrer. A pesar de los esfuerzos realizados y de la toma de consciencia que los agentes involucrados han hecho sobre la importancia que la Educación Abierta tiene en el proceso de aprendizaje, se extrae del estudio que hasta el momento la visión de las políticas de educación abierta ha estado restringida al concepto de Recurso Educativo Abierto, lo cual resulta limitante a la hora de explorar todas las posibilidades que este nuevo modelo trae consigo.
Si bien es una de las partes más visibles y en la que más esfuerzo están invirtiendo las instituciones educativas, existen otras maneras de hacer más accesible el conocimiento generado, pero requieren de un gran esfuerzo por parte de la comunidad educativa y exigen integrar esta visión en sus procesos generales institucionales para aprovechar el verdadero potencial de la Educación Abierta. Aunque esto es también muy importante, no se trata únicamente de abrir lo que ya se produce, sino de replantear el proceso para aprovechar todas las posibilidades que los avances tecnológicos han traído consigo.
Un caso destacado ha sido el del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), que ha puesto en marcha un programa de MicroMaster en el que los alumnos no necesitan requisitos como titulaciones previas (que suelen estar condicionados por la capacidad económica) para el acceso, y cuyo precio varía (de los 100 a los 1000 dólares) según las posibilidades de pago del estudiante. La superación de las pruebas y los exámenes que incluyen estos cursos serían, como indica la institución, suficiente indicador para medir la capacidad de los alumnos. De esta manera, se ha abierto una parte del circuito académico a aquellos que por mérito lo merecen, pero no se lo pueden permitir.
Este ejemplo implica una ruptura de la inercia, ya que, como indica Josh Jones, el problema de la desigualdad es que tiende a perpetuarse a sí misma. En este contexto, la Educación Abierta se perfila como un agente de cambio. Se trata de un factor clave en las estrategias universitarias, que necesitan encontrar la manera de combinar el contenido abierto, universal y libre con servicios privados y de encontrar un equilibrio entre el beneficio económico y el beneficio social.
26 de febrero.- Eva Ferreras