Perogrullo y los 5 gobiernos del saber

Comentaba hace unos días en el programa El Viajero de la Ciencia de Capital Radio que muchos entenderíamos una subida de un 1% en impuestos para asignación neta a Educación. También, que un pacto de Estado, de conjunto, transversal, o como queramos llamarlo, que permita una estructura estable y mantenida, resulta obligatorio.


Al menos, si queremos sentar bases y proporcionar un terreno óptimo para un desarrollo óptimo. Habitualmente, en España, un niño entra en el colegio con 5 o 6 años, si no antes en pre-escolar. Si apunta a la universidad, y con un recorrido regular, aproximadamente 20 años después finaliza su periplo.

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Daniel Burgos en los estudios de Capital Radio, entrevistado por el equipo del programa El Viajero de la Ciencia

Asumiendo ciclos de 4 años completos para legislaturas, esto significa no menos de 5 gobiernos y no sabemos cuántas revisiones sobre revisiones de planes educativos. Ni qué mentar el examen de acceso a la universidad, que puede ser, o no, o llamarse con un acrónimo más o menos sugerente, o volver a la reválida de postguerra.

La Agenda 2030 de Educación de UNESCO incluye com objetivos el acceso a la educación, la equidad, la base de la educación para la paz y el desarrollo sostenibles

Creo que tanto vaivén no beneficia ni a estudiantes ni a profesores. Por no contar con los padres que, pobrecitos, no terminan de saber nunca a ciencia cierta en qué curso están sus vástagos. El crecimiento intelectual necesita un estímulo, un constante desafío. Como ensalza mi compañero en UNIR, Javier Tourón, el talento que no se cultiva, se pierde. Pero ese acicate no puede confundirse con el sobresalto y la angustia de la indeterminación administrativa. No podemos intercambiar el espíritu de aprendizaje motivado por una adaptación continua con la inseguridad de nombres y orientaciones según el aire del gobierno de turno, por no citar la región correspondiente.

Education 2030 de UNESCO se adoptó y lanzó en 2015. Entre otros muchos objetivos tan loables como complicados de alcanzar plenamente en el plazo establecido, como necesarios de implementar, figuran el acceso a la educación, la equidad, la base de la educación para la paz y el desarrollo sostenibles y un largo rosario de argumentos bien fundados y lógicos propios de Perogrullo. A veces, lo obvio necesita demasiadas explicaciones, lamentablemente. Sin embargo, esta declaración no cita la inestabilidad administrativa o la volatilidad gubernamental como base para el éxito. Ni una vez.

Creo que la mayoría de los ciudadanos de bien vería con buenos ojos un sistema educativo fuerte, estable y que proporcione futuro a los jóvenes y niños, y orgullo y opciones a los mayores.

 Daniel Burgos