ICDE World Conf 2015 #4 | Necesitamos a la Administración

16 de octubre 2015. Con frecuencia, este subconjunto social que llamamos “comunidad académica” trabaja de manera aislada. Reflexiones académicas, para problemas académicos, con soluciones académicas. Curiosamente, otro subconjunto llamado “comunidad científica” a veces no intersecta con el académico. Algo sobre lo que trabajar, claramente.

Investigación significa incentivar intelectualmente conocimiento, progreso, con una clara aplicación práctica (o no, pero debería, en mi opinión), y siempre revertiendo en los estudiantes, en los profesores, en los distintos roles de esas dos comunidades. Más aún, solemos separar el personal de apoyo de colegios y universidades. Más todavía, la capa de gestión. Y más aún, la Administración. Parece que seamos partidos distintos dentro de la misma democracia. Y no debería ser así.

Aun conservando la identidad grupal que cada uno considere, la integración es inevitable y urgente. No podemos modificar una metodología educativa sin contar con todas las capas. No podemos adaptar las competencias, sin contar los unos con los otros. Porque integrar tecnologías emergentes requiere apoyo para profesores, recursos para instituciones, un enfoque evolucionado para enseñanza, una vía de comunicación complementaria para estudiantes. Y también, una Administración dispuesta a jugar este juego.

El reto de la integración

Resulta un tema muy común de conversación en los pasillos y talleres de esta gran conferencia, con más de 900 delegados de un centenar largo de países, el papel de la Administración. Y debe ser determinante. ¿Cómo integrar actividades informales, con recursos diversos fuera de los contenidos oficiales, con contenido procedente de recursos educativos abiertos (e.g. MOOCs, pero no sólo), sin un reconocimiento oficial de la Administración?

El reconocimiento de créditos complementarios procedentes de aprendizaje informal y de recursos no-formales, pero bien estructurados y con calidad contrastada, puede ser una vía de combinación de fuentes de aprendizaje. Aprendizaje formal y aprendizaje informal se necesitan y, ahora mismo, ya mismo, son posibles. Pero no serán viables sin una Administración que reconozca y articule  o acepte su integración, más allá de la buena voluntad de los profesores y del entusiasmo de los estudiantes.

 No podemos modificar una metodología educativa sin contar con todas las capas. No podemos adaptar las competencias, sin contar los unos con los otros.

Debemos analizar el problema teniendo en cuenta todas las fases de la cadena, y no únicamente como una reclamación aislada de una comunidad auto-definida. No debemos olvidar que el sentido mismo de esa comunidad es la adquisición de competencias útiles y en línea con una determinada parcela de conocimiento o nicho laboral, lo que no será posible sin una colaboración activa de los distintos factores sociales que intervienen, Administración incluida.

Daniel Burgos

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